Ha producido un cortometraje para promocionar esta variedad autóctona extremeña
El grupo cooperativo Viñaoliva ha puesto en marcha una campaña de promoción con el objetivo de que los consumidores del mercado regional reconozcan la variedad Pardina, que sepan que es extremeña y que la identifiquen con la calidad.
De hecho, el vino cooperativo Zaleo Pardina ganó el Premio Espiga a Mejor Vino Blanco de la D.O. Ribera del Guadiana en 2020 y, en este sentido, un segundo paso en esta estrategia comercial es que los consumidores pidan un Pardina por su nombre cuando salgan a tomar un vino en lugar de solicitar otras variedades.
“Si los clientes exigen a los hosteleros extremeños que tengan vinos de la variedad Pardina, se conseguirá su revalorización para potenciar que consumamos más lo nuestro frente a la tendencia de creer que las uvas foráneas tienen que ser mejores”, asegura el responsable comercial de la cooperativa Viñaoliva, Matthew Stewart.
Esta campaña de promoción para dar valor a la variedad de uva Pardina incluye la producción de un cortometraje por parte del grupo cooperativo Viñaoliva y que ha tenido más de 19.000 visitas en los primeros dos días desde su estreno. El cortometraje narra la historia de Ángel y Sergio, dos distribuidores que buscan a Pardina para entregarle algo muy importante y lo que da sentido a toda su trayectoria como variedad de la zona de Tierra de Barros.
El grupo cooperativo Viñaoliva ha constatado la vital importancia de la variedad Pardina en la exportación, ya que los importadores valoran enormemente el uso de uvas autóctonas al permitir diferenciarse a la hora de ofrecer un vino a sus propios clientes. “En un mercado globalizado, las bodegas tienen que demostrar terruño”, señala el responsable comercial de Viñaoliva, quien explica que esta cooperativa exporta su vino de la variedad Pardina a países como EEUU, Canadá, Japón, el Reino Unido, Rusia, Países Bajos, Suiza, Alemania, Bélgica, la República Checa, Polonia y Dinamarca.
“Es más, muchos clientes buscan un vino blanco del perfil gustativo de Pardina, valorando los productos cargados de frescura y de toques de fruta cítrica”, afirma Stewart, quien resalta la facilidad de maridar con vinos de la variedad Pardina.
El próximo reto del grupo Viñaoliva consiste en seguir explorando las posibilidades de mejora de la uva Pardina, sobre todo a la hora de alargar su vida en botella, ya que los ciclos de consumo en exportación son largos, muchas veces hasta de doce meses desde el momento del embotellado hasta el consumo del vino. Así, ya está trabajando para mantener esa frescura durante más tiempo y continuar fomentando el crecimiento comercial.