Todo el sector de aceituna de mesa extremeño sufrirá las consecuencias de la subida de aranceles a la aceituna negra española. Aquí analizamos las causas y consecuencias.
EEUU ha castigado a la aceituna negra española con la subida de aranceles y, aunque la principal afectada es la región andaluza, en Extremadura también sufriremos las consecuencias y no sólo en las zonas productoras de aceituna negra en nuestra comunidad autónoma.
Estrategias políticas, intereses comerciales, nuevo mercados… hay muchos aspectos, en definitiva, que analizar. Así que vamos por partes. La primera, como sabrán muchos lectores, es que EEUU ha establecido dos nuevos impuestos a la aceituna negra española: uno antidumping por competencia desleal y otro antisubvenciones por creer ilegales las ayudas de la PAC.
Es decir, que ahora será más caro exportar aceituna a EEUU, que es un mercado muy importante, si no es el que más, para este sector. Un sector que está haciendo las cosas muy bien, que ha invertido en innovación y sostenibilidad para mejorar su viabilidad económica y competitividad. Y que ahora se encuentra con este importante varapalo y una futura crisis si no se toman las medidas oportunas. El aumento de los aranceles supone un bloqueo total a las exportaciones de aceituna negra a EEUU, porque serán inasumibles, y eso nos generará graves pérdidas. Y como decía, a todo el sector de la aceituna de mesa y no sólo a la aceituna negra.
¿Por qué? Pues porque los millones de kilos de aceituna negra española que cada año se destinan a EEUU tendrán que dejar de exportar allí y buscarán, sin más remedio, otra vía de salida, otros mercados que ya están copados por otros productos, que se verán así perjudicados. A ello se suma un problema de producción también porque puede aumentar la producción de aceituna verde de otras variedades que ahora mismo se destinan a negra y habría, por tanto, exceso de aceituna verde o de aceite.
Y todo ello repercutirá, y de manera significativa, al mercado, al crecimiento económico y al empleo de Extremadura y de España.
El sector de la aceituna negra española necesita que el Gobierno español y la UE pongan en marcha medidas que nos eviten una importante crisis. La primera es continuar defendiendo el libre mercado internacional y buscar nuevos mercados para esa producción que antes iba para EEUU. Producción que, dicho sea de paso, cumple con todas las normativas y ofrece las máximas garantías.
Porque ése es otro factor importante a tener en cuenta. El Gobierno de Donald Trump ha establecido este incremento de impuestos a las exportaciones de aceituna negra española porque considera que es competencia desleal al ser un producto subvencionado que se vende por debajo del precio de mercado y que, todo ello, perjudica a su propio negocio, localizado principalmente en California.
Pero esta medida tan proteccionista de EEUU va a perjudicar también a sus propios productores, porque el “hueco” que dejará nuestra aceituna en su mercado no lo va a ocupar la producción norteamericana, sino que se favorecerán los intereses comerciales de países como Turquía o Egipto en este sector.
Es una situación que ha generado una enorme preocupación en Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, tanto por el impacto en sus cooperativas asociadas, como por la amenaza que supone para el sector agroalimentario en general, ya que los motivos de Trump para incrementar hoy los aranceles a la aceituna negra, mañana se pueden aplicar a cualquiera de nuestra producciones, porque no son aranceles a la producción sino a la Política Agraria Comunitaria (PAC).
Es un importante conflicto comercial que ha puesto en entredicho el modelo europeo al acusar a la UE de competencia desleal con subvenciones. Lo dicho, es un precedente para todas nuestras producciones agrarias y ganaderas europeas.
Pero la PAC no supone distorsiones en materia comercial de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), por lo que es inadmisible que se impongan estos impuestos antidumping y antisubvención y, en consecuencia, se debería actuar contra esta actuación ilegítima.
Es un importante conflicto comercial que ha partido de decisiones políticas, que constriñen el libre mercado y retraen el comercio internacional. Por tanto, se deben dar soluciones políticas. Y ya. Si no queremos que todos nuestros sectores agrarios y ganaderos se vean en una situación enormemente delicada.