Europa no se está comprendiendo la situación actual del sector ni está tratando de compensar el daño que los aranceles de Trump han provocado
El sector del aceite de oliva está atravesando actualmente un momento de incertidumbre debido a los bajos precios, que hacen que parte importante del olivar -el tradicional de secano- deje de ser rentable, y a los aranceles impuestos por EEUU, que supondrán graves consecuencias económicas, porque tendremos que dejar de exportar al tercer mercado más importante y con más futuro para nuestras crecientes producciones. Aranceles que sólo afectan al aceite de oliva español, creando una pérdida de competitividad con respecto al resto de países europeos (Italia, Portugal y Grecia) y los demás países productores de la cuenca mediterránea (Túnez y Marruecos).
Se tenían puesta ciertas esperanzas en la medida del almacenamiento privado, al objeto de que marcara unos precios base para los aceites de inferior calidad. Pero no ha resultado ser como esperábamos en su primera ni segunda licitación de las cuatro previstas, aprobándose un 3% y un 18,2 % respectivamente de las cantidades ofertadas. Esto supone un nuevo mazazo al sector, decepcionado por considerar que en Europa no se está comprendiendo la situación actual del sector ni está tratando de compensar el daño que los aranceles de Trump han provocado.
El sector del aceite tiene un peso económico y social de dimensiones muy relevantes en Extremadura y en España. Por eso necesita una enérgica defensa, como está haciendo Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura. Nos pusimos a trabajar con Cooperativas Agro-alimentarias de España y el Ministerio de Agricultura para lograr mecanismos de autorregulación del sector que permitan adecuar la oferta a la demanda, siempre cumpliendo con la legalidad en las actuaciones y aprovechando los mecanismos previstos en la normativa comunitaria.
Entre las medidas de regulación que se plantearon se encuentra la adopción por parte de la Interprofesional del Aceite de Oliva de un acuerdo de autorregulación que pudiera aplicarse de forma obligatoria al conjunto del sector por la vía de una extensión de norma. Esta medida debe esperar a la próxima reforma de la PAC y la modificación correspondiente en el reglamento antes mencionado.
A corto plazo, y a través de las organizaciones de productores (OP), Cooperativas Agro-alimentarias trabaja en un almacenamiento voluntario de aceite de oliva que pueda resolver los problemas de desequilibrio oferta/demanda y el desplome de precios en campañas de elevadas producciones. Este mecanismo, que cumpliría todos los requisitos legales y de la competencia, es pionero y nunca antes se ha planteado, pero estamos poniendo mucho esfuerzo en él, ya que consideramos que es fundamental para resolver estos momentos tan complicados por los que atraviesa el sector del aceite de oliva.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias estamos promoviendo también implementar una norma de calidad y trazabilidad que garantice a los consumidores que la calidad de los aceites de oliva que están adquiriendo se corresponde con lo que tiene en la botella para así poner en valor el trabajo bien hecho. Debemos ser líderes a nivel mundial en producción y calidad.
En Extremadura la producción en la pasada campaña fue de 73.614 toneladas y para esta desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura estimamos que será de 52.000 toneladas debido a la conocida vecería del olivar y al año tan seco que hemos tenido, aunque a finales de diciembre hayamos tenido temporales.
El olivar extemeño está cambiando con el aumento constante de las plantaciones en intensivo y superintensivo de la última década. Las inversiones y esfuerzos del sector en el campo y en las almazaras en estos años de crisis económica ha sido muy importante convirtiendo a Extremadura en la tercera región productora.
Las recolecciones tempranas y las mejoras en los procesos producción han hecho de Extremadura un referente de calidad a nivel nacional e internacional. Pilar diferenciador que, junto a sus variedades autóctonas y nuestra calidad medio ambiental, nos deben permitir abrir hueco en el mercado nacional e internacional, sin olvidar el consumo en nuestra región, e ir incrementado el valor añadido de nuestras producciones. En este camino, debemos trabajar para intentar salvar parte de nuestro olivar y este sector que produce el aceite más saludable que se puede consumir.
Por esto, ante la extrema preocupación del sector, pues las cotizaciones en origen no remontan y ponen en peligro la viabilidad de las explotaciones y el medio de vida de muchos olivareros extremeños. Pedimos y defendemos enérgicamente medidas reales y eficaces que resuelvan esta situación.