Muchos fruticultores extremeños que se han visto obligados a dejar su producción de ciruela en campo esta campaña. Tirándola al suelo porque su valor es 0. Si seguimos así, vamos a acabar con el cultivo más social que tenemos en la región.
El sistema de seguros agrarios funcional. Aunque hay de todo, como en botica. El problema real es que en muchos casos no está adaptado a la realidad de los sectores agrarios extremeños. Y ahí reside el valor del gran trabajo que realiza Cooperativas Agro-Alimentarias Extremadura, numerosas de cuyas propuestas han sido tenidas en cuenta para mejorar muchas líneas de seguros.
Una de ellas, para la que ya se han presentado propuestas de mejora, es de la frutales, teniendo en cuenta la gravísima situación en que se encuentran muchos fruticultores extremeños que se han visto obligados a dejar su producción de ciruela en campo. Tirándola al suelo porque su valor es 0. Si seguimos así, vamos a acabar con el cultivo más social que tenemos en la región.
Debemos remontarnos al pasado mes de abril, cuando las tormentas de pedrisco registradas provocaron pérdidas que estimamos en ese momento en 13 millones de euros. Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura realizó un exhaustivo estudio económico que reflejaba pérdidas que superaban los 9.100 euros por hectárea afectada en la región. Esto es así porque el resultado final fue que el mercado rechazó toda la ciruela afectada por pedrisco, ya fuese mínimamente o no, rechazando parcelas que tuvieran más de un 30% de fruta tocada por pedrisco.
Explicado más claramente: muchos agricultores tuvieron que tirar su producción de ciruela al suelo. Directamente. Mientras que en Francia, por ejemplo, se vende fruta más afectada que esa a un precio que dobla el de aquí.
Y es que la Norma Específica de Peritación de Frutales establece que la fruta no es válida para mercado si el daño sufrido no excede de una superficie de 0,15 cm², pero sólo se indemniza el 10% de su valor. El pedrisco registrado en el pasado mes de abril, como decía, provocó de forma generalizada daños en ciruela que no superaban esa superficie, por lo que los agricultores afectados estaban recibiendo indemnizaciones muy por debajo de las pérdidas reales sufridas. En la práctica, esto supone un serio peligro para la viabilidad de numerosas explotaciones frutícolas a pesar de tener contratado el seguro de frutales.
De hecho, se registraron casos en los que el número de frutos afectados por pedrisco era superior al 45% pero sólo se indemnizaba menos de un 20% del capital asegurado en la parcela, por lo que los agricultores optaron -y estoy más que seguro de que fue difícil decidir algo así- por tirar al suelo su producción por no tener valor comercial mientras que la indemnización era también claramente insuficiente, especialmente teniendo en cuenta los altos costes de producción que asumen los agricultores.
Por todo ello, Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura solicitó la puesta en marcha de medidas urgentes que paliasen esta situación y que debían destinarse a los titulares de las explotaciones frutícolas de Extremadura que, teniendo pólizas de seguros agrarios en vigor, hubieran sufrido pérdidas económicas superiores al 30% de su producción.
Agroseguro fue tremendamente profesional al peritar las explotaciones afectadas según las condiciones actuales y, aunque el Sistema de Seguros Agrarios es indispensable para proteger a los agricultores, esta situación volvió a poner de manifiesto una falta de correlación entre las indemnizaciones percibidas y las pérdidas económicas reales que se produjeron en numerosas explotaciones frutícolas de la región, que no sabemos si podrán continuar la próxima campaña.
Para un fruticultor es durísimo abandonar el sector, porque además de ser su sustento y forma y de vida, es fundamental para vertebrar nuestra región, para crear el numerosísimo empleo que crea, para mantener nuestros pueblos… y todos debemos ser conscientes de ello y arrimar el hombro para sacar del pozo a un sector que va a acabar ahogado. Necesitamos precios justos, necesitamos una interprofesional que venimos reclamando desde hace tiempo, necesitamos regular muchos mecanismos de arranque de árboles y mercado, pero sobre todo necesitamos gente que realmente trabaje para defender este sector.
Precisamente por ello, hemos planteado desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura que se adecúen las tablas de valoración empleadas en la tasación para la determinación de las pérdidas en calidad de la fruta por la incidencia de riesgos cubiertos, como consecuencia de unas exigencias cada vez mayores que nos pide el mercado. Debemos garantizar que cuando se registren daños leves por pedrisco, la tasación del daño en calidad se corresponda con la realidad del concepto de calidad que nos reclama el mercado y, para ello, el Sistema de Seguros Agrarios debe dar una indemnización adecuada a las pérdidas reales sufridas por los agricultores, sobre todo en años como ha sido este en el que es imposible generar ingresos por ventas comerciales.