Comunicación
Viñaoliva cumple 25 años
El grupo cooperativo se constituyó en 1998 para incrementar el valor de las producciones de sus agricultores asociados apostando por una mayor comercialización e internacionalización
1998. En ese año, las cooperativas Agrupación de Cooperativas Extremeñas y Olivarera Tierra de Barros, de la provincia de Badajoz, se fusionaron para mejorar la comercialización de los productos que sus agricultores asociados cultivaban en sus explotaciones. Así nació la cooperativa de segundo grado Viñaoliva que este año celebra su 25 aniversario.
El 23 de julio de 1998 es la fecha exacta de su constitución, que se produjo con el objetivo de que sus viticultores y olivareros asociados pudieran beneficiarse de “las ventajas que se derivan de la mejora de la adhesión y de la unificación de criterios a la hora de comercializar con el fin de tener un solo interlocutor ante los clientes y evadir la competencia entre las propias cooperativas”. Así lo explica el actual presidente de Viñaoliva, Miguel Monterrey, quien destaca entre esas ventajas el acceso a economías de escala, la mejora del poder de negociación en la comercialización, el incremento de la capacidad de capturar valor de las producciones y de internacionalización, así como la mejora en I+D+i.
El grupo cooperativo Viñaoliva está constituido actualmente por 25 cooperativas y engloba un total de 15 bodegas de vino, 10 almazaras de aceite, 9 entamadoras de aceitunas de mesa, un concentrador de mosto, una gestora de subproductos vínicos y laboratorios con los últimos avances tecnológicos, además de líneas de envasado de vino y de aceite. Todo ello permite a Viñaoliva contar una mayor competitividad empresarial al concentrar la oferta y al poder acceder a mercados exteriores, aportando mayores oportunidades y valor añadido a las producciones de sus agricultores socios.
Una situación contraria a la que se vivía en el momento de la constitución de Viñaoliva, que era muy compleja en cuanto a la posibilidad de acceso a clientes, con una excesiva atomización de la parte oferente que provocaba desequilibrios en los precios y por ende la competencia entre cooperativas.
Con un buen hacer en estos 25 años, el grupo cooperativo Viñaoliva presume hoy de una excelente imagen empresarial, siendo una cooperativa profesionalizada y con gran capacidad de generar valor. “Viñaoliva se ha convertido en estos años en una empresa agroalimentaria con mucha proyección a nivel nacional e internacional”, señala Monterrey.
De tal modo, según afirma el presidente de Viñaoliva, la situación actual es muy buena, “de reconocimiento a toda una trayectoria, en la que hemos solventado los duros momentos que se han vivido y hemos salido fortalecidos. Viñaoliva esta demostrando su capacidad para generar valor a sus socios”.
Y es que Viñaoliva puede presumir de haber cumplido el objetivo con el que se constituyó: gestionar los productos del cultivo de la viña y el olivo con el fin de ayudar a sus cooperativas socias a acceder a potentes mercados, tanto nacionales como internacionales. Además, el grupo cooperativo ofrece la posibilidad de diversificar la oferta con los mostos concentrados y los alcoholes gracias a que cuenta con el único concentrador y la única gestora de subproductos vínicos de toda Extremadura.
No obstante, y a pesar de todo lo conseguido, Viñaoliva no deja de mirar al futuro, para el que se plantea constantes retos con el objetivo de continuar mejorando. Entre esos retos se encuentra el de incrementar su dimensión empresarial, bien sea por incorporación de nuevos socios o bien por crecimiento de los existentes. Asimismo, proyecta aprovechar nuevas lineras de negocios de base energética y mejorar y ampliar la presencia en los mercados de sus productos, tanto envasados como de granel.