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Ley ¿para todos?
Cooperativas Agro-alimentarias recurre la limitación de repostaje a 75 litros al ser una medida inoperativa que no aporta seguridad a las gasolineras cooperativas, que cumplen todos los requisitos legales, técnicos y de seguridad
Imagínese que quiere beberse un vaso de agua. Pero que sólo le permiten hacerlo en tres o cuatro tragos. Es un poco inoperativo y sinsentido ¿no cree? Pues eso es que les va a pasar a nuestros agricultores y ganaderos cuando vayan a repostar con sus tractores al poste de gasóleo de su cooperativa. No podrán repostar más de 75 litros –o durante más de tres minutos seguidos- y deberán llenar el depósito de su tractor, de una capacidad bastante superior a esa limitación, en tres o cuatro veces.
Esta es una de las novedades que recoge la última normativa, en vigor desde principios del pasado noviembre, que regula aspectos técnicos y de seguridad en las instalaciones petrolíferas desatendidas para suministro a vehículos. Las cooperativas siempre hemos implantado todos los sistemas de seguridad necesarios para el suministro de carburantes y cumplimos todas las exigencias técnicas en este sentido, del mismo modo que se irán cumpliendo todos nuevos y más restrictivos, todo sea dicho, que establece esa normativa para las instalaciones de venta desatendida, como es contar con sistemas de detección y extinción de incendios automático, con un circuito cerrado de televisión y un sistema de alarma, entre otros.
Como decía, las cooperativas llevamos años suministrando combustible a nuestros socios y nunca hemos tenido ninguna incidencia de seguridad, contamos con unos modernos sistemas de seguridad que ampliaremos o modificaremos para adaptarnos a la nueva normativa, con el importante desembolso económico que ello supone. Pero la limitación de suministro durante menos de tres minutos seguidos o a 75 litros nos parece una medida inoperativa e ineficaz. ¿Cuántas veces debe repostar un camión o un tractor para llenar el depósito? Por eso, desde Cooperativas Agro-alimentarias se ha recurrido esta medida concreta ante el Tribunal Superior de Justicia, porque supone un agravio hacia las cooperativas.
Es una medida además innecesaria porque ya existen otras de seguridad adicionales, como es la eliminación del trinquete de bloqueo del gatillo para que no salga más producto si pasa algo, o el bloqueo de la manquera cuando está fuera de su sitio durante un minuto, así como la existencia de cubetos soterrados para recogida de posible derrame.
Todos ellos son aspectos que abordamos en nuestra Sectorial de Suministros de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, que viene ofreciendo además desde hace ya unos años un servicio de auditorías internas a las estaciones de servicio de sus cooperativas socias a fin de conocer su estado, realizando una evaluación e informe de resultados y dando una serie de recomendaciones en el caso de detectar alguna incidencia. La ventaja es que esto contribuye a que nuestras estaciones de servicio estén al día en aspectos técnicos, legales en pro de la seguridad e el suministro de los carburantes para nuestros agricultores y ganaderos socios.
Es una muestra más del cumplimiento por parte de las cooperativas de todas las leyes en cuanto a suministro de carburantes y de nuestro deseo por que se cumplan esas leyes. Las gasolineras cooperativas reúnen todos los requisitos técnicos y de seguridad que se exigen, además de fiscales y tributarios, que son muchos al tratase de un producto con impuestos especiales. Así que está cumpliendo la ley, del mismo modo que el resto de empresas gasolineras, que además deben respetar la ley que permite que las cooperativas puedan distribuir carburantes y la que permite la venta a terceros no socios.
Del mismo modo que las cooperativas estamos cumpliendo la nueva ley de consumo en Extremadura que obliga a las gasolineras desatendidas a tener una persona y a las cooperativas a tener un sistema de llamada automática operativo desde las 7 hasta las 22 horas todos los días del año para dar asistencia al usuario que lo necesite. Todas las cooperativas con surtidor de gasóleo lo tienen instalado ya.
Con todo ello, y en ocasiones a pesar de todo ello, las cooperativas favorecemos la competencia y transparencia en un mercado acostumbrado al oligopolio anterior, garantizando en todo momento los derechos del consumidor y ofreciendo un servicio con el suministro de carburantes. Y hay una importante diferencia entre servicio y negocio.
Que las cooperativas podamos suministrar carburantes permite a la sociedad rural el acceso a combustible, que en ocasiones es más barato y que siempre tiene la misma calidad que el resto de gasolineras, ya que pasan los mismos controles de calidad. Si las cooperativas no ofrecieran este servicio, habría zonas que quedarían desabastecidas porque no sería rentable la instalación de otro tipo de estación de servicio, como sucede en muchas zonas rurales y zonas industriales.
Ese precio competitivo que ofrecemos las cooperativas viene dado por los casi inexistentes márgenes de beneficios que aplicamos. Repito: es un servicio que damos, no un negocio. ¿Por qué? Pues porque el gasto en combustible para las tareas agrícolas y para desplazamientos es elevado y así contribuimos a mantener la renta de nuestros agricultores y ganaderos socios. Y además lo hacemos a través de la venta desatendida que es una necesidad de ese servicio, porque posibilita el abastecimiento de carburantes durante las 24 horas del día, de tal forma que un agricultor que se levanta cuando aún es de noche pueda repostar con su tractor sin problema para iniciar su trabajo.