La unión hace la fuerza. La fuerza de la unión

Que la integración cooperativa es uno de los retos que tiene este sector es algo que venimos afirmando desde hace tiempo desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, como federación que aglutina al cooperativismo agroindustrial de la región. Lo que nos enorgullece es que hoy podemos presumir de que se están dando importantes y firmes pasos para que sea una realidad y en un futuro deje de ser un reto.

Tres nuevas cooperativas se han integrado en Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura en los últimos meses. Tres cooperativas que suman un total de 27,4 millones de euros y que reforzarán la fuerza que tiene ya la unión cooperativa a través de esta federación.

La integración cooperativa se puede realizar en las múltiples formas que nos permite la Ley para ello, que no suponen necesariamente la desaparición. No se trata de que deje de haber cooperativas, sino de que nos unamos, de que abordemos fórmulas conjuntas de comercialización, de que colaboremos empresarialmente,… con un único objetivo, uno de los que tiene Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura en su razón de ser: incrementar la competitividad empresarial de las cooperativas de nuestra región, generadoras de riqueza y empleo, vertebradoras del territorio, fijadoras de la población y motor de desarrollo rural.

Ahora que tanto se habla de la llamada ‘España Vaciada’, tenemos que tomarnos muy en serio el problema demográfico y la despoblación; tenemos que actuar y estoy convencido de que el apoyo a las cooperativas es una de las líneas de actuación más eficaces.

¿Alguien se imagina cómo sería el Jerte sin cooperativas? ¿O Tierra de Barros? ¿O Vegas Altas? Por mencionar sólo algunas de nuestras comarcas. Su desarrollo económico y social no sería hoy el que es sin las cooperativas, que promueven proyectos integradores y sostenibles, que ofrecen un futuro a nuestros jóvenes en nuestros pueblos, que apuestan por el desarrollo social y económico de nuestra tierra, que impulsan una agricultura y ganadería respetuosa con el medio ambiente y que atraen y fijan población en el medio rural.

Las cooperativas se implican con el territorio y con nuestra gente. Las cooperativas mantienen vivos nuestros pueblos y el progreso y desarrollo de nuestra tierra no sería hoy el que es sin ellas, porque son un instrumento clave para dinamizar el medio rural.

Y hay datos que constatan todo ello: las cooperativas asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura suman más de 32.000 agricultores y ganaderos. Casi dos de cada diez extremeños es socio o trabajador de una cooperativa agroalimentaria. Si a ello le sumamos los más de 3.100 empleos directos que crean estas mismas cooperativas, aglutinamos el 9% de la población activa de la región.

No olvidemos que Extremadura es rural y agraria y que las cooperativas son las empresas más importantes de nuestras zonas rurales. En muchos casos es la única empresa que existe en esas zonas rurales, en la que trabajan y de la que viven numerosas familias. Donde hay una cooperativa agroalimentaria hay beneficio para toda la población: económico, laboral y social.

Las cooperativas agroalimentarias extremeñas actúan en zonas rurales donde nunca llegaría otro tipo de empresas y, por ello, deben superar especiales condiciones desfavorables. Aunque eso no nos ha impedido nunca avanzar. No imaginamos un futuro sin nuestros pueblos. Y no imagino nuestros pueblos sin coperativas. Debemos sentirnos orgullosos de ellas, porque son las cooperativas las que organizan y cohesionan el territorio, producen alimentos de calidad con todas las garantías de trazabilidad y seguridad alimentaria y cuentan con hombres y mujeres que cultivan y cuidan la tierra, que no abandonan esos pueblos y que aportan riqueza y valor añadido.

Por eso creemos también que es primordial que el cooperativismo sea una línea estratégica regional, que cuente con el apoyo de todas las administraciones competentes para garantizar así el relevo generacional y que, de esa forma, las cooperativas puedan continuar desarrollando su importantísima labor social creando oportunidades en las zonas rurales, generando empleo, fijando la población, profesionalizando el sector y suscitando ese sentimiento tan especial que tenemos los cooperativistas de pertenencia a nuestra tierra.

Esa es otra faceta importante de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura: ser la voz de sus cooperativas y, por eso, representa al cooperativismo agrario regional ante la Administración y distintos organismos a fin de defender siempre los intereses de sus cooperativas, que tienen un importante peso social, laboral y económico en nuestra región.

Y, sin duda, eso es una muestra de que el sistema cooperativo es un modelo eficaz y fuerte y de que la importancia de las cooperativas agroalimentarias extremeñas como empresas es incuestionable. Ahora tenemos que ganar el futuro. Porque somos el futuro. Y el camino es continuar nuestra senda de trabajo y calidad, además de avanzar en la conquista del mercado a través de la integración para ganar competitividad.